sábado, 5 de septiembre de 2009

El tigre

Existe un cuadrúpedo semejante al león, de hocico más largo y más curvado. Se encuentra en la India, y lo llaman tigre; se dice que guarda a sus crías en una bola de cristal hueca. Cuando descubre que han robado a su cachorro, se precipita tras las huellas del ladrón a la velocidad del viento, y lo alcanza, por grande que sea la distancia que los separa. Entonces, el ladrón entrega al tigre su cachorro dentro de la bola de vidrio, y el cuidadoso animal teme romperla y herir al cachorro. Se lo lleva de regreso a su guarida, haciendo rodar la esfera de cristal delante de sí.

Tigris, el tigre, toma su nombre de su veloz carrera; pues los persas, medos y griegos solían llamar a la flecha «tygris».

Este animal puede distinguirse por sus numerosas manchas, por su valor y por su rapidez extraordinaria. Y de él toma su nombre el Tigris, por ser el más veloz de los ríos.

Vive principalmente en Hircania (hoy Irán).La tigresa, cuando encuentra vacío el cubil de uno de sus cachorros, que ha sido robado, se lanza de inmediato tras las huellas del ladrón. Pero el que se ha llevado al cachorro, al ver que, a pesar de ir montado en un caballo lanzado a todo galope, está a punto de ser destruido a causa de la velocidad de la tigresa, viendo que no puede esperar salvación alguna en la huida, inventa astutamente la estratagema que sigue. Cuando advierte que la madre está cerca, arroja una bola de vidrio, y ella, engañada por su propio reflejo, cree que su imagen en el cristal es la de su pequeño. Se detiene, con la esperanza de recuperar al cachorro. Pero, después de haberse visto demorada por la trampa vacía, vuelve a arrojarse con todas sus fuerzas en pos del jinete, y, azuzada por la ira, amenaza en seguida con ponerse a la par del fugitivo. De nuevo retrasa éste a su perseguidora, arrojando una segunda bola, y el recuerdo del primer engaño no evita la tierna solicitud de la madre. Se enrosca en torno al vano reflejo, y se recuesta, como para amamantar al cachorro. Así, engañada por el celo de su propia diligencia, se queda sin venganza y sin cachorro.





La administradora del blog desea dedicar esta colaboración a una buewna amiga de Radio Chinchilagua: María García Esperón, autora del delicioso poemario para niños Tigres de la otra noche.

Puedes consultar la página del FCE para saber cómo otener esta obra